Farfán, estuvo solitario contra Japón, pero mostró buen juego... (El Comercio)
A quienes nos gusta el fútbol no nos importa la hora en que se juegue un partido para verlo.
Ocurrió hoy. Si, esta mañana tuvimos que madrugar para espectar el cotejo entre Perú y Japón por la Copa Kirín que resultó empatado.
Como es costumbre en Prensa Virtual Trujillo, nos referimos a lo que aparentemente nadie observa o comenta en las demás publicaciones.
El estadio Big Swan (Cisne grande) de Niigata (así se escribe con dos “ies”, en una de los tantos aspectos raros que tiene el idioma japonés) con capacidad para 42,2000 personas, estuvo repleto.
.Las sorpresas empezaron antes de comenzar la contienda cuando el narrador, al motar que un joven japonés vestido de chaqueta y corbata michi se ubicaba frente al micro, anunció que se iba a entonar el himno de esa nación.
Y no fue así. Era para entonar el Himno Nacional del Perú. Lo hizo a voz en cuello, con la mayor solemnidad y en perfecto español. Enseguida, otro tenor haría lo mismo con la canción del País del Sol Naciente.
El elenco peruano vestido por completo de rojo y los japoneses, con su clásica camiseta azul y pantalón blanco, ofrecieron un match entretenido, aunque al final dos tiros al poste salvaron de la derrota a los orientales.
Farfán, en quien recaían las esperanzas de gol, anduvo solo. Todo debe cambiar con la compañía de Guerrero y Pizarro. Aunque muchos no se explican por qué no se convoca a Aguirre que es goleador y triunfa en México.
Si hay algo que destacar y aprender del enfrentamiento, es el permanente e indesmayable apoyo de la afición japonesa a su seleccionado.
Desde el pitazo inicial, hasta el término, las vivas, gritos, aplausos y canciones a favor del dueño de casa, fueron el marco del espectáculo.
Hinchas hombres y mujeres, luciendo el polo de su país, provistos de tambores y pitos, no se cansaron de saltar y levantar los puños en las graderías en clara y abierta manifestación de aliento sus los jugadores.
También se apreciaron en las tribunas las dos banderas que representan a Japón. El gran círculo rojo sobre fondo blanco y el Sol con sus rayos, del mismo color.
Perú aceptable, aunque se puede mejorar. Eso sí hay que enseñar a nuestros deportistas a no protestar abiertamente contra el árbitro.
En algunos casos, pueden tener la razón. Pero lo aconsejable es contenerse. Reclamando, más posibilidades hay de ser amonestado o expulsado, que se escuchado.
Tuvimos hoy que levantarnos temprano para ver a Perú. Pero el sábado, que vuelve a jugar, tendremos que trasnochar.
El partido es a la una. Después de la medianoche y termina a las tres. ¡Cosas del cambio horario…!
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