Los adultos mayores requieren un trato de consideración y respetoen todos los ámbitos...
“En la juventud, la belleza es un accidente
de la naturaleza. En la vejez, es
una obra de arte…”
(Lin Yutang)
La escena es frecuente. Una pareja de esposos de la tercera edad se dispone cruzar la calle en una esquina del centro de la ciudad.
Aprovechan que el semáforo señala luz verde frente a ellos para hacerlo, pero un vehículo dobla raudo a la derecha. Se ven obligados a apresurar el paso. Al final, tienen que correr para no ser arrollados.
No obstante su error, el conductor vocifera irrepetibles insultos creyendo, equivocadamente, que tenía la preferencia.
En otro lugar, un señor que muestra el peso de los años, forma ordenadamente una larga cola para ser atendido por el encargado de una sola ventanilla, cuando podrían disponerse otras más para no prolongar la tormentosa espera.
Dentro del seno familiar, la abuelita víctima de una enfermedad propia de su edad, clama con paciencia desde su cama que le alcancen sus alimentos, a pesar que todos ya han almorzado.
Estos pasajes son evidencias notorias del abuso al que son sometidas las personas de la tercera edad en distintos ámbitos, incluso, el familiar.
Ejemplos extraídos a propósito de la vida cotidiana al celebrarse el Día Mundial de la Toma de Conciencia del Maltrato a las Personas Mayores.
Es una conmemoración relativamente nueva cuyo objetivo fundamental es hacer conciencia de la existencia de este mal comportamiento hacia los adultos.
Igualmente, para comprender que envejecer es apenas una etapa de la vida y que, si el destino lo permite, los jóvenes de hoy llegarán a padecer las mismas desatenciones en el futuro, si no cambiamos nuestra actitud.
He allí la necesidad de establecer estrategias a todo nivel para estimular e incentivar la capacidad de los mayores en el sentido de enfrentar las situaciones abusivas.
El maltrato a las personas de la tercera edad empieza con la inaceptable actitud de negligencia, indiferencia, rechazo y olvido hacia ellos.
Sin embargo, existen recomendaciones orientadas a proyectar un trato de estimación y cuidado a quienes nos superan en edad y experiencia.
En ese sentido lo aconsejable es brindarles atención permanente, evitar su aislamiento y soledad, así como respetar su intimidad.
Es imprescindible eliminar la menor manifestación de violencia física y sicológica. La familia y la sociedad tienen un rol vital en este aspecto.
Honremos a las personas de la tercera edad. Los años vividos son dignos de admiración. Sus arrugas y sus canas merecen el mayor respeto y consideración de parte de todos
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