Casillas besa efusivamente a Ramos al término de los noventa...
Real Madrid estaba al filo de la
navaja. Restaban apenas dos minutos para los noventa reglamentarios y perdía
por uno a cero.
Atlético de Madrid se llevaría, por primera vez, el título de la famosa Champions League.
Hubo una bola difícil en el área “colchonera”. La defensa marca a Cristiano y Bale, pero descuida a Sergio Ramos que la clava a un rincón bajo.
La paridad obliga al alargue del juego. Debe irse a los quince- quince. Si continúan igualados, la final se decidirá por tiros de penal.
El árbitro suena el pito y continúa un corto receso antes de empezar el tiempo suplementario.
Durante el repliegue, se encuentran dentro del gramado el meta Iker Casillas y el defensa Ramos.
Acelera el paso el arquero y extiende ambas extremidades para abrazar a su compañero felicitándolo por su gol.
Sin embargo la congratulación no queda allí. Apretándolo y sin pensarlo más, le da efusivo beso sobre la mejilla derecha.
Resulta que Iker falló clamorosamente en el tanto del Atlético. Salió muy mal a cortar un centro y Godín le sombreó la redonda.
Si su equipo perdía, él era el único responsable. Solo así se explica la súbita reacción del guardavalla y su afectuosa manifestación.
En la extensión, Real Madrid metió tres y ganó por cuatro a uno. Se llevó la Champions League por décima vez. Pero, tendrá que pasar mucho tiempo para olvidar la escena del inesperado beso…
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