La ley debe beneficiar a todos los ciudadanos y no únicamente a los miembros de la policía, el ejército y los magistrados...
Un inconsistente proyecto orientado supuestamente a combatir la inseguridad en el país, acaba de aprobar el Congreso de la república.
El pleno acordó endurecer las sanciones para quienes atenten contra los miembros de la Policía Nacional, las Fuerzas Armadas y los magistrados en funciones.
La norma elimina los beneficios penitenciarios a los delincuentes que pongan en peligro la vida de los integrantes de dichas instituciones.
Como se sabe, en la actualidad los sentenciados por homicidio calificado gozan de las prerrogativas de semi libertad.
Es decir, pueden abandonar la cárcel en el momento que cumplen la tercera parte de la condena, Lo mismo ocurre, en otros casos, cuando completan la mitad de la sentencia.
El reciente dispositivo señala la necesidad de modificar el Código Penal vigente, garantizar la seguridad ciudadana y restablecer el principio de autoridad.
Sobre el particular, el impulsor del planteamiento declaró que los delincuentes “tendrán que pensar dos veces antes de atacar a un policía, un soldado o magistrado”
Sin embargo, el proyecto es parcializado y contradictorio, porque involucra apenas a un sector de personas.
Constituye una forma discriminatoria e insuficiente de combatir la inseguridad en el país, pues debió incluir a la ciudadanía en general
Según la propuesta, la nefasta vigencia de los beneficios penitenciarios prevalece cuando el ataque es dirigido a los ciudadanos comunes y corrientes. Aquellos que conformamos la inmensa mayoría.
Es decir que la flamante ley excluye de plano a las personas que quedan desamparadas ante anacrónicas normas que, por lo general, favorecen a los infractores del ordenamiento legal.
Y, aunque resulte injusto, emerge con claridad espeluznante y consiguiente temor el absurdo criterio que las normas otorgan más garantías al acusado de un delito que a los ciudadanos honestos.
Ineficaces decisiones parlamentarias de este tipo demuestran lo poco que se podrá hacer contra la criminalidad, pese a que su peligrosa sombra se cierne cada día más sobre la población en su conjunto….
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