Pizarro, con la franja de capitán, disputa un balón en el match que empataron Perú y Túnez uno a uno...
Se esperaba mucho más del partido que Perú empató uno a uno con Túnez.
Aunque de arranque no estuvo Farfán, pensamos ver un ataque más agresivo y arrollador.
A pesar de la satisfacción que pudo darnos Guerrero al forzar una jugada personal del meta tunecino, no hubo contundencia.
Faltó velocidad y sorpresa en la ofensiva. También mayor compresión y certeza en los pases. Sobre todo puntería en los remates al arco.
La volante no apoyó como debía a los fowards. Por ratos, evidenció deficiencias en su capacidad de contención.
Es obligatorio motivar a la defensa en la anticipación y viveza ante el ataque rival y reacción inmediata para impulsar el contraataque.
Y cuando la situación se complica, reventar el balón para evitar goles como el que nos convirtió Túnez debido a sucesivas imprecisiones y falta de decisión para rechazar.
Eso sí es necesario destacar la picardía de Pizarro en el saque de costado que sorprendió a la defensa adversaria precipitando el penal que al final nos dio el empate.
Luego hubo una sucesión de cambios en uno y otro equipo, pero se mantuvo el rendimiento primigenio de la blanquirroja.
Penny, que fue convocado en el arco después de varios años, cumplió una labor aceptable. No tuvo culpa en el gol.
El primer amistoso del año de la selección permitió sacar la conclusión que faltan ajustar aún más las diferentes líneas. Colombia nos espera…
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