El brazalete electrónico para vigilar a los reos mientras cumplen su condena fuera del penal ha generado los más diversos comentarios de parte de la opinión pública...
Una de las virtudes de la informática aplicada a los medios de comunicación es la facilidad para permitir la participación directa de los lectores, de la gente común y corriente.
Luego de leer un artículo, cada persona emite su punto de vista particular, muchas veces de manera inocente y sin parcializarse con nadie. Casi siempre basada en el interés colectivo y eso le otorga una importancia singular.
Como ocurrió en el caso de la información acerca del pronunciamiento del Instituto Nacional Penitenciario en torno a la propuesta de imponer brazaletes electrónicos a los delincuentes que salgan de las cárceles para cumplir su condena fuera de ella.
Según el proyecto de ley presentado por el Ejecutivo, se plantea reemplazar el internamiento a sentenciados y procesados de baja peligrosidad (?) con dispositivos que permitan vigilarlos en esa forma.
De acuerdo al pronunciamiento del INPE, la medida servirá para reducir el hacinamiento de los centros de reclusión y facilitar un importante ahorro al estado.
Sobre este último punto, explican que con el grillete sólo se invertirán veinticuatro soles por recluso y no los cuarenta y cuatro que cuesta mantenerlos bajo rejas.
La idea es adquirir, en un primer lote, dos mil brazaletes. La propuesta fue aprobada por la comisión de Constitución y falta la ratificación del pleno del Congreso.
Ese es el contenido completo difundido por un periódico virtual capitalino que, como es lógico, invita a los cibernautas a escribir sus puntos de vista.
Las respuestas que se obtuvieron fueron, en realidad, sorprendentes.
Los comentarios se apoyan en la problemática de la realidad nacional y traducen abiertamente el sentimiento ciudadano y ahí radica su valor y trascendencia.
Como aquel desconfiado que cree que en el futuro los delincuentes asaltarán a la gente con grillete y todo.
O quien, por demás escéptico, que sostiene que cuarenta y cuatro soles al día, sumados, dan dieciséis mil soles al año, lo que “es demasiado para sostener desadaptados que jamás lograrán regenerarse.
Pero, hay otros más severos quienes sugieren que el brazalete debe ser colocado en la muñeca de la mano, para que pueda ser visto por toda la gente, su portador sienta vergüenza y no le queden más ganas de volver a robar.
Y no faltan quienes conocedores del alto grado de corrupción que, lamentablemente identifica al país en la actualidad, consideren que en el mismo instante que le colocan el grillete al preso, habrá alguien que le entregue el duplicado de la llave.
Usted, amigo lector, personalmente, ¿Qué opina…?
Luego de leer un artículo, cada persona emite su punto de vista particular, muchas veces de manera inocente y sin parcializarse con nadie. Casi siempre basada en el interés colectivo y eso le otorga una importancia singular.
Como ocurrió en el caso de la información acerca del pronunciamiento del Instituto Nacional Penitenciario en torno a la propuesta de imponer brazaletes electrónicos a los delincuentes que salgan de las cárceles para cumplir su condena fuera de ella.
Según el proyecto de ley presentado por el Ejecutivo, se plantea reemplazar el internamiento a sentenciados y procesados de baja peligrosidad (?) con dispositivos que permitan vigilarlos en esa forma.
De acuerdo al pronunciamiento del INPE, la medida servirá para reducir el hacinamiento de los centros de reclusión y facilitar un importante ahorro al estado.
Sobre este último punto, explican que con el grillete sólo se invertirán veinticuatro soles por recluso y no los cuarenta y cuatro que cuesta mantenerlos bajo rejas.
La idea es adquirir, en un primer lote, dos mil brazaletes. La propuesta fue aprobada por la comisión de Constitución y falta la ratificación del pleno del Congreso.
Ese es el contenido completo difundido por un periódico virtual capitalino que, como es lógico, invita a los cibernautas a escribir sus puntos de vista.
Las respuestas que se obtuvieron fueron, en realidad, sorprendentes.
Los comentarios se apoyan en la problemática de la realidad nacional y traducen abiertamente el sentimiento ciudadano y ahí radica su valor y trascendencia.
Como aquel desconfiado que cree que en el futuro los delincuentes asaltarán a la gente con grillete y todo.
O quien, por demás escéptico, que sostiene que cuarenta y cuatro soles al día, sumados, dan dieciséis mil soles al año, lo que “es demasiado para sostener desadaptados que jamás lograrán regenerarse.
Pero, hay otros más severos quienes sugieren que el brazalete debe ser colocado en la muñeca de la mano, para que pueda ser visto por toda la gente, su portador sienta vergüenza y no le queden más ganas de volver a robar.
Y no faltan quienes conocedores del alto grado de corrupción que, lamentablemente identifica al país en la actualidad, consideren que en el mismo instante que le colocan el grillete al preso, habrá alguien que le entregue el duplicado de la llave.
Usted, amigo lector, personalmente, ¿Qué opina…?
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